Viajar a Granada es una de esas cosas que todo el mundo debería hacer al menos una vez, y es que ya lo dijo Antonio Machado, “todas las ciudades tienen su encanto, Granada el suyo y el de todas las demás”. La Alhambra y el Generalife, el Paseo de los Tristes, el Mirador de San Nicolás, Sierra Nevada como marco incomparable… y dos barrios patrimonio que no puedes dejar de visitar: Albaicín y Sacromonte.
Aunque para el ojo inexperto puede costar diferenciarlos por su cercanía y su idiosincrasia, son dos barrios diferentes. Te mostramos cada diferencia entre Albaicín y Sacromonte para que puedas disfrutarlos mucho más y, más importante aún, tener aún más razones para volver a una ciudad, Granada, que tiene duende, te atrapa y te enamora sin que te des cuenta.
La primera gran diferencia entre Albaicín y Sacromonte es que el primero, el barrio musulmán de Granada, fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1994. Caminar por sus empedradas calles es respirar historia, tradición y poder disfrutar de algunas de las mejores vistas a la Alhambra de la ciudad. Eso sí, ¡asegúrate de hacerlo con el calzado más cómodo posible!
Algunos de sus cármenes, las construcciones más representativas de este barrio, son de libre acceso, así que no te vayas sin visitarlos. Las calles de esta joya llena de vida están habitadas desde el siglo VIII antes de Cristo, y transitarlas para sentir el pálpito del corazón de la ciudad es un lujo al alcance de cualquiera que visite nuestro hotel en Granada.
La palabra ‘Albaicín’ es de origen árabe y deriva de ‘Al Bayyazin’, que significa arrabal o ‘barrio en pendiente o cuesta’, ¡lo que define a la perfección una de las principales características de este barrio granadino!
Sin embargo, existe otra interpretación que asegura que el nombre procede de ‘al-bayyasin’, que significa ‘arrabal de los halconeros’, en referencia a los habitantes de la zona que, cuentan, se dedicaban a la cetrería.
Si decides visitar el barrio, lo más probable es que termines dándole más credibilidad a la primera hipótesis. ¡Procura tomar un buen desayuno antes de emprender el camino!
En el Albaicín encontrarás multitud de puntos de interés que te harán viajar al pasado, al centro mismo de la esencia islámica de Granada. Curiosamente, todas las iglesias que hoy puedes ver en el barrio fueron mezquitas en su día, algo muy fácil de apreciar en los muchos elementos arquitectónicos que lo delatan.
Si visitas el Albaicín, ¿qué tienes que ver sí o sí?
El Paseo de los Tristes, que sigue la ribera del río Darro desde la iglesia de Santa Ana hasta la Cuesta del Chapiz. Para muchos la Carrera del Darro, la primera mitad del mismo, es la calle más bonita del mundo.
El Bañuelo, considerados los baños árabes más antiguos de Andalucía.
El Mirador de San Nicolás, que ofrece una panorámica única de la Alhambra y según Bill Clinton, expresidente de EE.UU., el atardecer más bonito que puede verse.
Además, disfrutar de las vistas de la Alhambra desde el mirador de la Mezquita Mayor, o del mágico entorno del Carmen de los Mártires, son experiencias que redondearán aún más tu visita a una localización que bien podría ser considerada como una nueva maravilla del mundo.
El Sacromonte es conocido como el barrio gitano de Granada y se ubica en el cerro Valparaíso, lo que hace que quede un poco más alejado del núcleo urbano. Además, es considerado como la cuna del flamenco en la ciudad, y uno de sus principales reclamos son sus casas-cueva.
Linda por el noroeste con el Albaicín, formando una barriada conocida popularmente como el ‘Barranco de los Negros’ en alusión a los primeros habitantes del cerro: esclavos musulmanes expulsados en el siglo XVI. Es, junto al primero, uno de los secretos mejor guardados de la ciudad, ¡y uno de nuestros tesoros más preciados!
El concepto ‘Sacromonte’ es fácil de descifrar: ‘sacro’ significa sagrado, y la palabra ‘monte’ hace alusión a la colina en la que se ubica.
Dicho nombre, además, se debe a la Abadía del Sacromonte, lugar de peregrinación en el que la tradición religiosa cristiana dice que se encontraron las reliquias de San Cecilio, patrón de la ciudad.
Si creías que con el Albaicín habías tenido suficiente, explorar la belleza del Sacromonte y vivirlo desde dentro el mismo día superará tus expectativas. ¡Seguro que no imaginabas todo lo que este barrio tiene que ofrecerte!
La Abadía del Sacromonte, del siglo XVII, está en la parte más alta de la colina y supone mucho más que una visita cultural o religiosa. No queremos hacerte espóiler, ¡pero cuando llegues arriba y mires a tu alrededor lo comprenderás a la perfección!
El Mirador de San Miguel Alto, junto a la ermita del mismo nombre, ofrece unas vistas impresionantes de Granada, la Alhambra, Sierra Nevada e incluso la Vega granadina. Si pensabas que San Nicolás era mágico, prepárate para lo que te espera aquí.
El Museo Cuevas del Sacromonte, con once viviendas cueva, te permitirá conocer su historia y sus tradiciones.
Y si tienes tiempo, no te marches de este enclave sin disfrutar de un buen espectáculo flamenco. Deja a un lado tus prejuicios y prepárate para una experiencia que te erizará la piel.
Estos dos enclaves granadinos tienen muchas similitudes entre sí, pero saber apreciar cada diferencia entre Albaicín y Sacromonte es lo que te permitirá sacar el máximo jugo posible a tu visita a estos dos barrios.
El Albaicín surgió en época musulmana, mientras que el origen del Sacromonte es posterior.
Su ambiente ofrece experiencias muy distintas: en el Sacromonte se respira la cultura gitana en cada rincón, mientras que en el Albaicín, cada uno de sus aljibes o su aroma a jazmín nos meten de lleno en su esencia islámica.
En cuanto a su arquitectura, aunque ambos barrios comparten calles estrechas y empedradas, en el Albaicín predominan los imponentes cármenes, mientras que en el Sacromonte son más características las casas cueva excavadas directamente en la roca.
Albaicín y Sacromonte son dos de las paradas obligatorias cuando se visita nuestra ciudad. Perderse por sus calles es una vivencia única, y las vistas que ambos barrios ofrecen de la Alhambra, nuestra ‘Fortaleza Roja’, son absolutamente inigualables. Ahora bien, ¿dónde alojarse en Granada para que la experiencia sea completa?
En el Hotel Alhambra Palace te ofrecemos todo lo que necesitas para disfrutar de cada rincón de Granada con las pilas cargadas, el estómago lleno y, más importante aún, con una actitud positiva que haga que exprimas al máximo tus días aquí y los recuerdes con el cariño que merecen.
Alojarte en nuestras instalaciones y degustar los platos más típicos de la ciudad desde la tranquilidad de nuestro restaurante con terraza panorámica es el mejor complemento posible para un viaje como este. ¡Déjanos descubrirte la diferencia entre Albaicín y Sacromonte desde un punto de vista muy distinto al que imaginas!
